Excursiones con visitas opcionales por: Rüdesheim, Heidelberg, Frankfurt, Cochem y visita del castillo, Trèves
La excursión comenzará con una visita comentada del viñedo de Rudesheim en trenecito, durante la cual se descubrirán los famosos vinos ya cultivados por los romanos. Durante esta visita, se explicará la historia de la viticultura de la región y se podrá disfrutar de unas vistas maravillosas de Rudesheim y del Rin. El trenecito parará frente a la bodega histórica del BassenheimerHof, residencia señorial del siglo XVI, en la que se efectuará una degustación. Un profesional de la bodega de la familia Störzel mostrará tres vinos, del más seco al más dulce explicando la historia de la bodega y de la viticultura en la región de Rudesheim a la vez que detallará algunas anécdotas locales. Después de la degustación, se visitará el Museo de los Instrumentos de la Música Mecánica situado a 100m de la bodega.
El « SiegfriedsMechanischesMusikkabinett » es el primer museo alemán de instrumentos musicales con memoria de datos. En un área de exposiciones de 400 m² se presenta con casi 350 instrumentos que tocan por sí solos, una de las más grandes y hermosas colecciones de los siglos XVIII al XX - desde delicados relojes musicales hasta un enorme piano-orchestrion para conciertos. Además hay herramientas y máquinas para la fabricación de rodillos para órganos, notas sobre cartón, rollos de notas y discos para relojes musicales. La música, la antigua técnica y la sensación de entender cómo funcionan estos instrumentos musicales, fascinan al visitante de todas las edades. De marzo a diciembre está abierto, acondicionado para personas con movilidad reducida, visitas guiadas en varios idiomas. Después de la visita del Museo de los Instrumentos de la Música Mecánica, tiempo libre y regreso libre al barco. También se puede pasear libremente por las calles de Rudesheim descendiendo por la famosa Drosselgasse.
Salida de Mannheim en autocar en dirección a Heidelberg. Romántica e idílica, cosmopolita y dinámica, mítica y moderna: Heidelberg reúne en armonía todos estos elementos que forman su encanto inigualable. Cita con los guías en el castillo de Heidelberg, donde se descubrirá el exterior de este magnífico castillo parcialmente en ruinas. Desde finales del siglo XVIII, las ruinas del castillo inspiraron a numerosos poetas y pintores que veían en él un símbolo de la grandeza y de la decadencia de las obras humanas. Goethe, Höderlin, Uhland y Eichendorff mencionaron el panorama del castillo así como numerosos pintores lo eligieron como motivo para sus obras. En la bodega se encuentra el tonel de madera más grande del mundo. En la pared de enfrente hay un zócalo con una estatua que representa al enano Perkeo. Este tirolés, era bufón del rey y guardián del barril bajo Karl Philipp (1716-1742). Se visitarán también las terrazas geométricas del jardín del Palatinado, el « HortusPalatinus », que fueron consideradas como la « octava maravilla del mundo ». El arquitecto del jardín, Salomón de Caus quiso crear una armonía con la ciudad, el río y las colinas próximas.
Traslado en autocar hasta la Neckarmünzplatz, importante plaza en el centro histórico de Heidelberg, que se sitúa justo en el casco antiguo. Se podrá admirar la iglesia de Saint-Esprit (exterior), construida entre 1398 y 1441, lugar de sepultura de los príncipes electos. Las naves albergaron la «Biblioteca Palatina » hasta 1623. Para finalizar la visita se podrá disfrutar de tiempo libre para hacer compras en la calle comercial más larga de Alemania antes de regresar al autocar. Durante el camino de regreso, se pasará por el centro de Mannheim donde se regresará al barco.
La excursión en Frankfurt comenzará por una visita panorámica en autocar por la ciudad. La metrópoli en el corazón de Europa, fascina por su mezcla de tradición y modernidad, de comercio y de cultura, de actividad y de tranquilidad. Frankfurt, la cosmopolita, debe su estatut mundial a sus ferias internacionales, como el Salón Internacional del Automóvil, la Feria del Libro, a su vida cultural y a su situación geográfica privilegiada. Ella está considerada como la capital financiera de Alemania debido a que en sus gigantescos rascacielos alberga la sede de numerosos bancos y es por este motivo por lo que se la conoce también como « Bankfurt » o « Mainhattan ». Se continuará la visita del casco antiguo a pie. Se pasará frente a la Catedral Imperial (exterior), dominando el centro de la ciudad con su torre de 95 metros de altura. Se visitará el casco antiguo de Frankfurt y el Römerberg, cuya historia se remonta a la época de los Hohenstaufen. Primero, esta plaza fue llamada simplemente Berg (montaña) o Samstagsberg (montaña de sábado). Su nombre actual lo tiene desde el siglo XV, cuando el Consejo adquirió las casas que rodean la plaza para construir el nuevo Ayuntamiento. Para finalizar la visita se podrá disfrutar de tiempo libre antes de regresar al barco a pie.
Traslado al castillo de Cochem en autocar por grupos de unas 30 personas. Se llegará frente al Reischburg y se divisarán sus torres y almenas de un panorama singular, como de cuento de hadas. Además, es uno de los pocos castillos alemanes que, tras haber sido reconstruidos después de su destrucción, aún muestran hoy vestigios del pasado. Sorprenderá la vista que hay desde el castillo sobre el valle del Mosela con sus bosques así como del casco antiguo de la ciudad. Después de la visita del castillo, tiempo libre en la ciudad. La ciudad de Cochem es digna de interés, tanto por sus callejuelas estrechas y tortuosas, como por sus casas con vigas de madera a la vista y techos de pizarra restaurados con mucho cuidado, la plaza del ayuntamiento con un pasado cargado de historia, o antiguos muros, puertas e iglesias. Regreso al barco a pie.
Salida del barco para una visita panorámica en autobús de la ciudad. Se descubrirá el patrimonio cultural romano, de la vista que ofrece del Mosela y de su hermoso paisaje. Trèves es el deanato de las ciudades alemanas, y se dice que es 1300 años más antigua que Roma. La antigüedad no es su único logro. Es conocida sobre todo por ser una de las sedes del poder imperial romano, uno de los principales centros del cristianismo primitivo y también una ciudad dinámica de la Edad Media. De estos tres períodos, la ciudad ha conservado preciosas marcas arquitectónicas. Continuación de la visita a pie por la ciudad. Visita exterior del Anfiteatro: por su tamaño, es el décimo de todo el Imperio Romano. Podía acoger hasta 30.000 espectadores. Después, las Termas imperiales que poseían un ostentoso interior: revestimiento de mármol en las paredes, suelos, mosaicos, murales, estatuas. El conjunto de las termas formaban un cuadrado de 140 x 250 m. Continuación hacia la Basílica romana. Construida alrededor del 310, la basílica constantiniana nunca ha dejado de utilizarse. Desde su origen, el edificio conserva su grandiosidad: longitud 67 m, ancho 27 m, altura 30 m. Con el tiempo, se han añadido otros muchos edificios. Finalmente, visita de la célebre Porta Nigra que fue diseñada como fortaleza y monumento (altura 30 m, ancho 36 m, profundidad 22 m). Ni siquiera Roma tiene en la actualidad un edificio antiguo de este tamaño y en este estado de conservación. Paseo por el centro de la ciudad, marcado por la época medieval gracias a la Catedral de San Pedro (exterior). Sus edificios más antiguos datan del 326, pero el plan general de la iglesia fue alterado considerablemente en el siglo XI. También se puede disfrutar del ambiente de la Plaza del mercado. Principalmente barroca, en el corazón del centro de la ciudad, seduce también por su mezcla de géneros. Las viejas casas de madera se mezclan a la perfección con casas clásicas color pastel, adornadas con estuco blanco. Al final de la visita, tiempo libre para pasear por la ciudad. Regreso a bordo en autobús.