Visitas y excursiones en Portugal, visita a Oporto y Oporto iluminado, ciudad “Patrimonio de la Humanidad” por la UNESCO. Lamego, bonita ciudad episcopal y comercial, para visitar el famoso Santuario de Nuestra Señora de los Remedios…
Se podrá disfrutar de la belleza de una de las ciudades más antiguas de Europa, clasificada “Patrimonio Mundial” de la UNESCO, a través de una visita panorámica en autocar. Mundialmente conocida por los amantes del vino, la ciudad de Oporto está situada en la embocadura del río Duero. Esta ciudad ha sabido conservar intactas todas las riquezas de su pasado comercial. Pero la segunda ciudad de Portugal es también una ciudad joven, capital de una región vitícola. Se efectuará una parada para visitar la Estación de San Benito, famosa por sus conocidos azulejos. Estos elementos de cerámica forman grandes frescos que narran momentos importantes del pasado de la ciudad, representando también escenas tradicionales de la vida portuguesa. Regreso a bordo en autocar.
Salida en autocar de Regua hacia Lamego para una visita guiada en autocar y a pie del centro de la ciudad. Lamego es una bonita ciudad episcopal y comercial. Se descubrirá el Santuario de Nuestra Señora de los Remedios. La primera piedra del edificio se puso el 14 de febrero de 1750, y dio nacimiento a un templo que domina la ciudad desde sus 700 peldaños de altura ofreciendo una vista magnífica. Regreso a bordo en Regua.
Salida en autocar desde Regua o Pinhao hacia Vila Real. Se trata de una ciudad donde la arquitectura religiosa es muy variada. Una pequeña visita panorámica permitirá descubrir esta encantadora ciudad antes de disfrutar de un poco de tiempo libre. Visita de la casa de Solar de Mateus (visita exterior), la más bella e impresionante casa solariega del norte de Portugal. Entre colinas, que por momentos recuerda a algunos paisajes de México, se dibuja esta elegante construcción barroca del siglo XVIII. Destaca también el magnífico jardín. Regreso a bordo en Regua o Pinhao donde el barco esperará a los pasajeros.
Salida en autocar del muelle de Vila Nova de Gaia, situado frente a la gran ciudad de Oporto y separada por el Duero y el famoso puente Don Luis, construido entre 1881 y 1886 por el ingeniero Theophile Seyrig, discípulo de Gustave Eiffel.
Se trata de la segunda ciudad de Portugal. El casco antiguo de la ciudad ha sido inscrito como “Patrimonio Mundial” de la UNESCO en 1996. Continuación de la visita por la Plaza de la Bolsa. El Palacio de la Bolsa fue construido en 1834 como sede de la Asociación Comercial de Oporto. Después de haber ascendido por una bella escalera de granito y de mármol esculpido, se visitará la sala del antiguo tribunal de comercio, la sala dorada y el salón árabe, de forma oval, decorada con vidrieras y otros elementos imitando el estilo árabe. Después, visita de la Iglesia de San Francisco, conocida como la Iglesia de Oro. En sus orígenes, fue un modesto convento edificado por los monjes franciscanos en el siglo XII, y fue en el siglo XV y XVI cuando diversas familias ricas de Oporto contribuyeron en el desarrollo del edificio, revistiendo el interior en estilo barroco con talla doradas. La estructura de la iglesia así como su rosetón son de origen gótico, por lo que en ella se muestran diferentes mezclas de estilos de distintas épocas.
Se cogerá nuevamente el puente de Don Luis para alcanzar Vila Nova de Gaia, y visitar una de las famosas bodegas de la ciudad. Se tendrá la ocasión de realizar una degustación de vinos durante la visita de la bodega. Regreso a bordo en autocar.
En compañía de un guía, se comenzará la visita a pie de Guimaraes, una ciudad encantadora en la que se mezclan barrios medievales y modernos. Para los portugueses, Guimaraes tiene un valor simbólico muy particular, es conocida como la cuna de Portugal, ya que Alfonso Enríquez fue proclamado en 1139 rey del país luso. Después se visitará Braga, marcada por su historia religiosa, es hoy herencia de iglesias y conventos. Se la conoce como la “Roma portuguesa”. La construcción de “Bacara Augusta”, sede jurídica romana, comienza en el año 27 a.C. Bajo el reinado de Augusto, las carreteras que atravesaban la Península Ibérica fueron integradas en el Imperio, comunicando con Roma, lo que prueba la importancia de la ciudad en este territorio. Regreso a bordo en Oporto.